día de cacería - para atrapar chanchos y saltamontes


Cuando se atrapa una mirada hay que guardarla entre las pestañas y tragarla con los ojos. Ojos que no sean jaulas, sino ojos que las desmenuzan hasta convertirlas en polvo. Al mezclarse en los lagrimales se ponen líquidas y espesas, de esta manera resbalan hasta llegar al corazón.
Guardar una mirada es una responsabilidad. Hay que alimentarlas con latidos y sueños dos o tres veces al día. Hay que sacarlas a pasear por las mañanas y en las noches, pues les gusta aullar a la luz de todos los planetas.
Las miradas que son correspondidas son más fuertes y agresivas, a estas hay que degustarlas hasta que se suavizan y logran descansar en el pecho del ser amado.

Precausiones: En caso de sobredosis puede presentarse el conocido síntoma del "mal de ojo".

Solución: consultar con alguna pitonisa u oráculo de turno.

Seguiremos reportando

*cambio y fuera*

Imagen "Cazadores de miradas" por Mariel Ruiz

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